martes, 24 de noviembre de 2009

De por qué está sola Pandora

Antes siquiera
que nos hayamos conocido,
ahora que todavía
ni sé tu nombre,
que estoy aún sin atreverme
a dirigirte la palabra,
deja tú que empiece
a cantar de tu amor,
oh no nacido,
oh no sabido,
maravillosa nada.


¡Tantas y tantos
se te parecen! Esa boca
por donde tu masa alienta
es una boca;
y aquellos rizos por tu cuello,
olas del trigo de cada año;
y el calor que sube
de tus piernas, amor,
no es cosa tuya,
ni tuyo cosa
de cuanto a ti me llama.


Ay, y por eso
no debería conocerte:
que cuando tu boca haya
tu nombre dicho,
tu boca ya será la tuya,
tuyos tus rizos y tus piernas,
y por consiguiente,
si me quieres, amor,
no podrás menos
más que ser mía
con todas tus riquezas.


Ay, si me quieres,
ya no serás la no sabida,
la que hace de su deseo
temblar mi mano
cuando a tu mano avanza ciega,
por si ella ciega le responde.
Pero, si se dice,
se habrá muerto el amor,
y por las calles,
como uno y una,
iremos de la mano.


(Agustín García Calvo, Canciones y Soliloquios, Lucina, 1982)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Enjoy the silence


Enjoy the silence

Depeche Mode

Words like violence

Break the silence,
Come crashing in
Into my little world;
Painful to me
Pierce right through me.
Can't you understand,
Oh my little girl?

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms.
Words are very unnecessary
They can only do harm.

Vows are spoken
To be broken,
Feelings are intense,
Words are trivial
Pleasures remain,
So does the pain.
Words are meaningless
And forgettable.

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm.

Enjoy the silence.

Palabras violentas rompen el silencio,
Vienen rompiendo a mi pequeño mundo,
Me resulta doloroso y me atraviesan,
¿No lo entiendes, pequeña?
Todo lo que quise, lo que he necesitado
Está aquí en mis brazos.
Las palabras son tan innecesarias,
Sólo pueden hacer daño.
Se da la palabra sólo para romperla,
Los sentimientos son tan intensos, las palabras tan triviales,
Los placeres permanecen, igual que el dolor,
Las palabras no tienen sentido y pueden olvidarse.
Todo lo que quise,lo que he necesitado
Está aquí en mis brazos.
Las palabras son tan innecesarias,
Sólo pueden hacer daño.
Disfruta del silencio.


http://www.youtube.com/watch?v=dAN9sKlOZxE
http://open.spotify.com/track/0iKSKQnhvY2oxPfEudfW9U

Hace sol a mediodía y todo parece estar bien, pero un vendaval de repente irrumpe en la calle ordenada y lo llena todo de polvo, hojas secas, bolsas que vuelan, ramas, coches que pasan a toda velocidad, aviones en vuelo rasante, carteristas desvergonzados que actúan a plena luz del día, gaviotas, volcanes, perros sin dueño. Las nubes pasan empujadas por el viento (hay ojos de susto en las nubes naranjas y rosas) y el cielo se queda limpio como si esto fuese una tarde de verano, pero el tono, ligeramente menos intenso, del azul, demuestra que es todo un engaño porque no estamos en Agosto, estamos ya en Noviembre.

¿Por qué me gusta tan poco Noviembre? me preguntan mis amigas, la gente por la calle, los clientes, las portadas de los periódicos, los presentadores de los telediarios y el gato negro del tejado. No hay ninguna razón particular, es simplemente que Noviembre lo llena todo de caos y locura. Aquello de lo que estábamos seguros o que formaba parte aparentemente invariable de nuestra rutina empieza a ser engañoso. Siempre hace demasiado frío o demasiado calor. El panadero, al que conocemos desde hace años, de repente parece que tiene una mirada ladeada, turbia, y ya no sé si acaso ha envenenado el pan, por otra parte tan dorado y apetecible como siempre. La florista de la esquina se ha puesto enferma y un hombre un poco contrahecho, cargado de hombros, con cierta dificultad para hablar la sustituye, y parece fuera de lugar entre las macetas de geranios y azaleas; se me ocurre que algo le ha hecho a la florista. En el ascensor me encuentro con vecinos a los que nunca he visto antes, vecinos que no responden a los buenos días o que ronronean una melodía extraña sin mirarme a los ojos, una musiquilla que he escuchado en algún sitio y me pone los pelos de punta. Llego a casa y de repente aparecen unas tijeras encima de la mesa (yo no las he puesto ahí) y encima, abiertas.

Noviembre es la cifra de la locura interna; en este mes mi parte más lunática aparece, pero en lugar de poseerme y hacer de mi una chica malhumorada o taciturna, se mete en los objetos que me rodean, en las personas que están junto a mí, y me demuestra que en el mundo no hay nada razonable, nada con la suficiente lógica como para aguantar un análisis serio de más de dos minutos. Las palabras pierden su sentido, porque cuando llega el caos las palabras desparecen.

De noche miro a la luna buscando consuelo como hago siempre cuando está llena, pero este mes la luna tiene un velo gris que le tapa la cara. Noviembre es la época mala del año, la de la desesperación. ¡Que pase pronto!
Pandora

martes, 13 de octubre de 2009

Angelina



Louis Prima

I eat antipasti twice
Just because she is so nice, Angelina
Angelina, the waitress at the pizzeria.

I eat zoop-ing minestrone
Just to be with her alone, Angelina
Angelina, the waitress at the pizzeria.

Ti volglio bene,
Angelina I adore you,
E voglio bene,
Angelina I live for you.

E una passione
You have set my heart on fire,
But Angelina
Never listens to my song.

I eat antipasti twice
Just because she is so nice, Angelina,
Angelina, waitress at the pizzeria.

If she'll be a my My Cara mia
Then I'll join in matrimony
With a girl who serves spumoni
And Angelina will be mine!

Tomo dos veces entremeses
Sólo por que ella es tan guapa, Angelina,
Angelina, la camarera de la pizzería.

Tomo dos veces sopa minestrone
Sólo para estar a solas con ella, Angelina,
Angelina, la camarera de la pizzería.

Te quiero,
Angelina, te adoro,
Y te quiero, y vivo por ti.
Es una pasión,
Has prendido fuego a mi corazón,
Pero Angelina nunca escucha mi canción.

Si fuera mi querida
Entonces me uniría en matrimonio
Con una chica que sirve helados
Y Angelina sería mía.

http://www.youtube.com/watch?v=PIJzpdJIdmI

Salgo de casa medio soñolienta y me dan un periódico gratuito. En un artículo me entero de que “los tatuajes y piercings pueden ocasionar más enfermedades de las que inicialmente se creían”. Me fijo en el chico que está sentado enfrente de mí en el metro. Tiene un tatuaje en el brazo, una figura élfica o hard-rock con un nombre dentro, un nombre de seis u ocho letras (¿empieza por A? No lo sé, no se distingue bien). Se me ocurre que debe ser el nombre de una persona a la que quiere mucho, seguramente su novia o su mujer. No, no es su mujer porque no lleva anillo. Quizá es que ya no están juntos. Se baja en la parada anterior a la mía, donde hay una obra, y por su aspecto pienso que quizá trabaja allí. Luego, a la hora de comer, como siempre atendemos en la hamburguesería a gente de esa obra, es posible que le vea otra vez, o que vea a algún compañero suyo. Pero cuando llega el mediodía ya no me acuerdo del hombre del tatuaje, porque estoy pendiente de otros asuntos: a mi compañera de turno, Angelina, le han dicho que tiene que hacerse unas pruebas médicas para descartar posibilidades; resulta que desde hace un tiempo siente un dolor en el pecho que le preocupa. Le digo que no le dé muchas vueltas, que hasta que se haga los análisis lo mejor es no pensarlo, pero mientras me lo cuenta yo me acuerdo de mi tía Aurora, la solterona de la familia, a la que diagnosticaron un tumor maligno, y que duró solamente diez meses desde entonces. Además hace ahora tres años de eso -el martes fue el aniversario del funeral. No le digo nada a mi compañera, claro, pero me parece un mal presagio. Al llegar a casa por la tarde enciendo una vela y la dejo consumirse, aunque ya no es luna llena, que es cuando enciendo velas a la luna. De repente me acuerdo del hombre del tatuaje. A lo mejor en el tatuaje ponía "Aurora", como mi tía. Pienso que es absurdo -dudo que mi tía conociera a nadie con tatuajes, ¡era tan digna, la pobre! Hubiera salido corriendo. Aunque nunca se sabe: ¿tuvo mi tía Aurora una doble vida? En su casa había muchas fotos, alguna de ellas nunca supimos de quienes eran. Pero en el brazo del hombre también podría poner "Angelina", que también empieza por A. El hombre del tatuaje no estaba tan mal, ahora que lo pienso; no para mí, claro -demasiado mayor- pero sí para Angelina, que tiene ya cerca de cuarenta, se empieza a cuidar menos, como quien asume que ya no hace falta porque no tiene para quién cuidarse. Si uno de estos días el hombre tatuado se acerca al restaurante a la hora de comer, tengo que avisar a Angelina para que lo vea. A lo mejor le gusta.

Cuando se acaba la vela se me ocurre que soy muy fantasiosa, dándole vueltas a historias imposibles todo el día. Aunque bien mirado, todo lo que hay alrededor de nosotros son historias: las noticias de por la mañana, el diario del metro, lo que me cuenta mi compañera, la televisión, el cine, ¡hasta los anuncios de las paradas del autobús cuentan historias!

Sin historias no podríamos vivir. Y la historia del hombre que se enamora de la camarera no es la peor de todas. Con el último humo de la vela que se apaga, me voy a dormir, a soñar más historias.

Pandora.

viernes, 2 de octubre de 2009

mean old Frisco



Bravo Murillo es una calle de lo más variado. A veces bajo por ella desde casi los juzgados hasta Cuatro Caminos, que es la parte más animada; de ahí para abajo, hacia Chamberí, es mucho menos interesante.

Hay dos cosas en esta calle que me gustan. La primera es la gente. La segunda es la decadencia de los edificios, y los comercios y los negocios que hay. La gente es de lo más variado. Un domingo vi un grupo de fieles de alguna iglesia evangélica, iberoamericanos todos, que volvían del oficio vestidos de punta en blanco (¡chicos negros con camisa blanca, corbata y zapatos de charol brillante, mujeres con vestidos y lazos, recogidos en el pelo¡); algunos comentaban cómo había influido en ellos la llegada de Cristo. Las mujeres llevaban pamelas y vestidos de flores. Los más jovencitos, corrían de un lado para otro y disfrutaban del día de fiesta.

Otra de las cosas que me gustan desde hace tiempo -y no tiene nada que ver con lo anterior- es el disco Unplugged de Eric Clapton. A partir de ese disco, y saltando de uno a otro por la discografía de Eric Clapton como si fuera el juego de la oca, he llegado a Slowhand, que es del año 1977. En ese disco hay un blues que se llama “Mean old Frisco”; en él se habla de un San Francisco sucio y miserable, donde se pierden las chicas y los hombres que se van de casa no saben si volverán o no. Todo tiene un cierto parecido, que a lo mejor sólo veo yo, con Bravo Murillo, mi calle favorita de Madrid.

Bueno, pues gracias a Mercurio, que debe ser el dios de Internet, me he enterado de que el que escribió e interpretó por primera vez ese blues no fue Clapton, sino un bluesman de Mississipi llamado Arthur Crudup. La historia de Arthur Crudup es digna de ser contada. Nació en el sur en una familia de campesinos, aprendió el blues en su estado natal y se fue a Chicago, donde se ganó la vida como cantante callejero hasta que tuvo la suerte de grabar algún disco. No tuvo mucho éxito, pero sí se dió el caso de que Elvis Presley interpretara varios temas suyos con gran éxito durante el principio de su carrera.

Vuelvo a pasear por Madrid: hay varios negocios decadentes en Bravo Murillo. Por ejemplo: hay un par de bingos que ocupan un edificio exclusivo, con luces de neón en la fachada y puertas chapadas de latón dorado; gente de lo más interesante sale de los bingos a horas insospechadas. También hay unos cines que cerraron hace tiempo, y sobre la entrada, abierta a la calle, quedan los paneles de los carteles para anunciar las películas, aún con restos de papeles pegados, pero en lo esencial vacíos, como unas cuencas sin ojos que miran a los transeúntes. Hay sin embargo, también, negocios que funcionan bien, como una cafetería italiana donde se sirven calzoni y paninis, pero con la particularidad de que los que la llevan son todos cubanos. Me senté allí un día a eso de las diez de la noche y me reí mucho con la conversación que tenían uno de los camareros -un chico con gafas, de poco más de dieciocho años-, que se estaba cenando un sandwich, una tostada y dos refrescos, y su compañera, que le hacía bromas con que si tendría suficiente o querría también un trozo de tarta mientras preparaba algo en la plancha.

Bueno, pues volviendo a la vida del bluesman Sturup, aunque Elvis usara sus canciones no recibió nada por derechos de autor, y su carrera musical fue decayendo, hasta el punto de tener que volver al sur y trabajar de nuevo en el campo como jornalero. Más tarde unos bienintencionados filántropos le ayudaron a pleitear por los royalties de sus composiciones, pero sin mucho éxito. Al final de su vida volvió a subirse a los escenarios, pero no debio tener mucho éxito.

Hoy me he encontrado en Bravo Murillo, entre las mil nacionalidades que hay, con un viejo sentado en una esquina, tocando el acordeón. No sé de dónde era; no era español, parecía sudamericano, pero lo mismo podría haber sido de otro sitio, porque las arrugas, el color moreno de la piel, los ojos hundidos, podría hacer que perteneciera a muchas razas. Iba de blanco, y su acordeón también era blanco. Me gustaría decir que me fijé en lo que tocaba, pero no es así. Si se me ocurrió preguntarme quién le habría enseñado a tocar, en qué pueblo o que ciudad, si sabría solfeo o aprendió de oído, dónde guardaría el instrumento, si alguna vez habría tocado sobre un escenario o no. Aunque nunca he estado en San Francisco, ni en Mississipi ni en Chicago, se me ocurre que la decadencia y los músicos callejeros deben de tener un aire de familia en todo el mundo.

Al viejo del acordeón no le eché una moneda y ahora, aquí en casa, cuando me he puesto a buscar la historia del bluesman Arthur Crudup, me da un poco de pena no haberlo hecho.

¡Una moneda para cada músico en la calle!

Besos

Pandora

Mean old Frisco
arthur crudup

Well that mean old dirty Frisco and that low down Santa Fe.
Mean old Frisco, and that low down Santa Fe.
You know they take my girl away, lord, and blow back out on me.

Well my mama, she done told me, and my papa told me too.
Mama told me and my papa told me too.
A woman that gets in your face, lord she aint no friend for you.

Well I'm goin away now baby, and I won't be back until fall.
Goin' away, baby. Lord, I won't be back till fall.
If I dont come back by then, Lord, I won't be back at all.

Well that mean old dirty Frisco and that low down Santa Fe.
Mean old Frisco and that low down Santa Fe.
Gonna take my gal away, Lord, and blow back out on me.

Y bien, aquel San Francisco sucio y miserable, y esa parte baja de Santa Fe,
El Frisco sucio y miserable, la parte baja de Santa Fe,
Sabes, se me llevan a mi chica, y la traen volando de vuelta.

Bueno, ya me lo dijo mi mamá, y también mi papá,
Mamá y papá ya me lo dijeron,
Una mujer que se te pone delante, Señor, no es tu amiga.

Bueno, ahora me voy, chica, y no volveré hasta el otoño,
Me voy, chica; Dios, no volveré hasta el otoño.
Si por entonces no he vuelto, Señor, no volveré en absoluto.

martes, 29 de septiembre de 2009

Lithium

Lithium
nirvana

I'm so happy 'cause today
I've found my friends ...
They're in my head
I'm so ugly, but that's okay, 'cause so are you ...
We've broken our mirrors
Sunday morning is everyday for all I care ...
And I'm not scared
Light my candles, in a daze
'cause I've found god
Yeah ...

I'm so lonely but that's okay, I shaved my head ...
And I'm not sad
And just maybe I'm to blame for all I've heard ...
But I'm not sure
I'm so excited, I can't wait to meet you there ...
But I don't care
Im so horny, but that's okay ...
My will is good
Yeah..

I like it - I'm not gonna crack
I miss you - I'm not gonna crack
I love you - I'm not gonna crack
I killed you - I'm not gonna crack

I'm so happy 'cause today
I've found my friends ...
They're in my head
I'm so ugly, but that's okay, 'cause so are you ...
Weve broken our mirrors
Sunday morning is everyday for all I care ...
And I'm not scared
Light my candles in a daze ...
'cause I've found god
Yeah, yeah, yeah

I like it - I'm not gonna crack
I miss you - I'm not gonna crack
I love you - I'm not gonna crack
I killed you - I'm not gonna crack



Estoy tan contento porque hoy me he encontrado con mis amigos;
están en mi cabeza...
Soy tan feo, pero está bien, porque tú también lo eres...
Hemos roto los espejos,
EL domingo por la mañana es cualquier día para lo que me importa
Y no tengo miedo,
Enciendo mis velas en mi deslumbramiento,
He encontrado a Dios, sí.

Estoy tan solo, pero está bien, me he afeitado la cabeza,
Y no estoy triste,
Y sólo quizás, soy culpable de todo lo que he oído,
Pero no estoy seguro,
Estoy tan nervioso, no puedo esperar para encontrarte allí,
Pero no me importa,
Estoy tan caliente, pero está bien,
Mi deseo es bueno.

Me gusta, no me voy a romper;
Te echo de menos, no me voy a romper;
Te quiero, no me voy a romper;
Te he matado, no me voy a romper.

http://www.youtube.com/watch?v=IdyKAFfpw0U


El lithium al parecer es un medicamento que se les da a los esquizofrénicos y a los maníacos.


Una vez, en un trabajo, conocí durante un tiempo a alguien con algo parecido al de la canción. No era amigo mío, y solamente supe lo que tenía después de que él dejara de trabajar allí. La verdad es que durante el tiempo que coincidimos, la situación no era muy agradable. No es que unos días estuviese contento y otros depresivo, sino que en menos de cinco minutos parecía que dos personas distintas usaran el mismo cuerpo. De repente todo le resultaba motivo de broma, y también de repente los gritos sustituían a los chistes. Los demás se reían a veces de él, siempre a sus espaldas (hay que tener mucha confianza en una misma para reírse de alguien a la cara). Pero a la vez que se reían, le tenían miedo. A veces nos reímos de miedo.

Mi amigo Diego, que me saca unos poco años, me explicó la historia de Kurt Cobain y de esta canción, y del grunge, y me habló de Seattle y de paso, también me explicó por qué a veces lleva pantalones vaqueros rotos. Yo casi no me acuerdo de cuando iba al colegio y a las hermanas mayores de mis amigas se les quedó un lunes una cara larguísima, porque Kurt Cobain se había suicidado. No lo entendí entonces (¡para mí ese chaval rubio sin barba no era tan guapo!). Pero al crecer yo también he cambiado, he cambiado mucho y varias veces (¡y no hablo de cuando a una le salen las tetas y tiene la regla!), y sé que una persona puede ser muchas a la vez, una detrás de otra o al mismo tiempo. A todos nos gusta pensar que los otros son siempre los mismos, y que podemos fiarnos de cómo son, y cuando no es así, nos sentimos angustiados, incluso un poco traicionados, y nos entra el miedo.

Mi amigo el gato negro, que esta noche está especialmente nervioso al otro lado de la ventana, venga a ir de un lado al otro del tejado, parece saber algo más sobre el tema. Dime, gato, ¿cuántas personas caben dentro de una persona? ¿Cuántas veces podemos cambiar y seguir siendo los mismos sin perder la razón? ¿Cuál es el nombre secreto del dios de la locura?

Pandora, o mejor dicho, todas estas Pandoras pequeñitas, como muñecas rusas unas dentro de otras, se despiden hasta otro día.

Besos.








jueves, 24 de septiembre de 2009

Alberta

http://www.youtube.com/watch?v=23w53gbtSBo

Mi amigo Diego me suele pasar discos de soul y de blues. Me gustan más los de soul, pero a veces escucho blues un rato, sobre todo cuando estoy sola y hay luna llena; abro la ventana de mi cuarto y pongo la música, y me fumo un cigarrillo sin que lo sepan mis compañeros de piso, que llevan mal lo del tabaco. Después de un rato, cuando los vecinos protestan porque es tarde y al día siguiente hay que ir a trabajar, quito la música, cierro la ventana y me voy a dormir algo triste, con esa tristeza de regusto un poco dulce que deja blues.

Hay un blues de Eric Clapton que me gusta mucho: se llama “Alberta”, y el nombre no es el de la ciudad de Canadá, sino el de una chica. Es la historia de un hombre que se queja de que su chica o su mujer, no se sabe, ha pasado la noche fuera:

Alberta, Alberta,
Where you been so long?
Alberta, Alberta,
Where you been so long?
Ain't had no loving
Since you've been gone.

Alberta, Alberta,
Where'd you stay last night?
Alberta, Alberta
Where'd you stay last night?
Come home this morning,
Clothes don't fit you right

Alberta, Alberta,
Girl, you're on my mind.
Alberta, Alberta,
Girl, youre on my mind.
Ain't had no loving
Such a great long time.

Alberta, alberta,
Where you been so long?
Alberta, alberta,
Where you been so long?
Ain't had no loving
Since you've been gone.

Alberta, Alberta, dónde has estado tanto tiempo?
Nadie me ha querido desde que te fuiste.

Alberta, Alberta, ¿dónde has estado esta noche?
Has vuelto a casa esta mañana, y la ropa no te quedaba bien.

Alberta, Alberta, te tengo en mi pensamiento,
Nadie me ha querido durante tanto tiempo...

Alberta, Alberta, dónde has estado tanto tiempo?
Nadie me ha querido desde que te fuiste.


Yo alguna vez he pasado la noche fuera mientras alguien me esperaba en casa, y luego me lo han echado en cara, así que entiendo a la chica, a la que resulta que su vestido no le ajusta tan bien como al salir. El caso es que bien mirado, da la impresión de que el hombre no quiere echarle la bronca, sino que más bien es del tipo de dar lástima: “¡Mira cómo he estado aquí solo, triste, mientras tú te lo pasabas en grande por ahí! ¿No te doy pena?”. Este tipo de tíos creo que es el peor de todos, casi prefiero al que te levanta la voz. Me imagino a Alberta diciéndole al tipo: “Pues sí, me he ido por ahí, he estado con mis amigas, y también con mis amigos, por qué no, y he bebido y he fumado y hemos ido toda la noche de un sitio para otro. ¡Y no pasa nada!”.

Qué difícil es estar con alguien sin encadenarse a perpetuidad. ¿Por qué las personas queremos que todo sea “para siempre” y “sólo para nosotros”? Claro que estar aquí sola, escuchando blues, con la ventana abierta y mirando a la luna, tampoco es lo mejor del mundo. Pero no está tan mal...

Hay un gato en el tejado de enfrente, un gato negro bastante simpático. Creo que le caigo bien.

Felices sueños,

Pandora.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Hymn to her


Tengo sólo veinticinco años, pero he dado muchos tumbos. Hace un tiempo estuve trabajando en una hamburguesería. Duré un par de meses porque el trabajo era duro, pagaban poco y los compañeros, que no duraban mucho, no me resultaban muy agradables. En realidad no me llevaba bien con casi ninguno.


Solamente tuve buenas relaciones con una chica italiana, Flavia. Era delgadita, con el pelo castaño y un poco ondulado, no muy largo; sonreía todo el rato, pero no con una sonrisa ingenua o infantil, sino más bien irónica. Solía llevar un colgante con una figurita de madera, una especie de Virgen María, aunque luego supe que representaba otra cosa. Creo que quería ser actriz. Le hacía mucha gracia un peruano que trabajaba en la cocina y tenía una voz muy profunda. El peruano, que se llamaba Carlos, solía gritar las comandas y se le oía por todo el restaurante. A veces, cuando entraba en la cocina Flavia le decía, entre hamburguesa y hamburguesa: “¡qué bien proyectas la voz, Carlos!; a ver, repite:
Le donne, i cavallier, l'arme, gli amori,

le cortesie, l'audaci imprese io canto...”
Carlos, quien dudo que hubiese leído nunca nada, se reía mucho, y Flavia se reía aún más imitando el tono de voz grave de Carlos. Flavia me apuntó estos versos en una servilleta, y por eso los tengo aquí delante.


Una noche un grupo de chavales empezó a alborotar en una mesa. Normalmente hay un guardia de seguridad por horas, pero en ese momento había salido. Flavia y yo estábamos atendiendo en el mostrador, pero como ya era tarde en ese momento no había nadie a quien atender. Los chavales se empezaron a meter con una chica que estaba sentada en la mesa de al lado -una de esas mesitas para dos personas. La chica era china y se limitó a bajar la cabeza y no decir nada. Los otros insistieron en sus bromas, cada vez de peor gusto. Yo llamé la atención a Flavia sobre la situación. Ella se quedó mirando y no dijo nada; me preguntó que dónde estaba el vigilante, y le dije que había salido y no volvería en unos quince minutos. “¿Qué hacemos?”, pregunté. Ella no dijo nada, se limitó a llevarse la mano al cuello y agarrar, con un gesto involuntario, el colgante que llevaba. Luego sonrió como solía hacer ella, y me dijo: “Ven; no tengas miedo, no va a pasar nada”.

Las dos salimos de detrás de la barra y nos acercamos a la mesa de los chavales. Eran cuatro. Flavia se plantó delante de ellos, y yo junto a ella; luego les dijo que ya era hora de cerrar, y que por favor se marcharan. Ellos la miraron sorprendidos, y luego uno -el más gallito del grupo- le replicó que qué se le había perdido a ella allí. Flavia entonces le miró fijamente, y dijo muy serena, con autoridad: “haced el favor de marcharos. Vamos a cerrar”. El caso es que no se lo dijo al cabecilla: se dirigió a todo el grupo. Y luego no se movió.

Debió de ser un milagro, porque los chavales se fueron hacia la puerta -echando alguna mirada por encima del hombro y haciendo algún comentario ofensivo, claro-; pero el caso es que se marcharon. Cuando salieron, le dije a Flavia: “¡eso sí que es proyectar la voz!”.

Flavia dejó el trabajo un poco después y desde entonces no la he vuelto a ver, pero cuando hace unos días, una noche de luna llena, he escuchado esta canción que me ha pasado un amigo -¡gracias, Diego!- y he visto luego de qué iba la letra, me he acordado de ella y creo que he entendido por qué llevaba ese colgante.

¡Un abrazo, Flavia!
Pandora.


Hymn to her
the pretenders

Let me inside you
Into your room
I've heard it's lined
With the things you don't show
Lay me beside you
Down on the floor
I've been your lover
From the womb to the tomb
I dress as your daughter
When the moon becomes round
You be my mother
When everything's gone

And she will always carry on
Something is lost
But something is found
They will keep on speaking her name
Somethings change
Some stay the same

Keep beckoning to me
From behind that closed door
The maid and the mother
And the crone that's grown old
I hear your voice
Coming out of that hole
I listen to you
And I want some more
I listen to you
And I want some more

And she will always carry on
Something is lost
But something is found
They will keep on speaking her name
Some things change
Some stay the same


Himno a Ella.

Déjame entrar en tu habitación,
he oído que está llena de las cosas que no muestras.
Recuéstame junto a ti en el suelo.
He sido tu amante desde el seno materno hasta la tumba.


Me visto como tu hermana en la luna llena;
Sé mi madre cuando todo se haya acabado.


Y ella continuará siempre,
Algo se pierde, pero algo se encuentra;
Continuarán pronunciando su nombre,
Algunas cosas cambian, otras siguen igual.


Sigue llamándome desde detrás de esa puerta cerrada,
La doncella, la madre y la hechicera que ha envejecido.
Oigo tu voz saliendo de ese hoyo,
Te escucho y quiero algo más,
Te escucho y quiero algo más.


Y ella continuará siempre,
Algo se pierde, pero algo se encuentra;
Continuarán pronunciando su nombre,
Algunas cosas cambian, otras siguen igual.


http://www.youtube.com/watch?v=P7gmszs4_-Y&feature=related