martes, 24 de noviembre de 2009

De por qué está sola Pandora

Antes siquiera
que nos hayamos conocido,
ahora que todavía
ni sé tu nombre,
que estoy aún sin atreverme
a dirigirte la palabra,
deja tú que empiece
a cantar de tu amor,
oh no nacido,
oh no sabido,
maravillosa nada.


¡Tantas y tantos
se te parecen! Esa boca
por donde tu masa alienta
es una boca;
y aquellos rizos por tu cuello,
olas del trigo de cada año;
y el calor que sube
de tus piernas, amor,
no es cosa tuya,
ni tuyo cosa
de cuanto a ti me llama.


Ay, y por eso
no debería conocerte:
que cuando tu boca haya
tu nombre dicho,
tu boca ya será la tuya,
tuyos tus rizos y tus piernas,
y por consiguiente,
si me quieres, amor,
no podrás menos
más que ser mía
con todas tus riquezas.


Ay, si me quieres,
ya no serás la no sabida,
la que hace de su deseo
temblar mi mano
cuando a tu mano avanza ciega,
por si ella ciega le responde.
Pero, si se dice,
se habrá muerto el amor,
y por las calles,
como uno y una,
iremos de la mano.


(Agustín García Calvo, Canciones y Soliloquios, Lucina, 1982)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Enjoy the silence


Enjoy the silence

Depeche Mode

Words like violence

Break the silence,
Come crashing in
Into my little world;
Painful to me
Pierce right through me.
Can't you understand,
Oh my little girl?

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms.
Words are very unnecessary
They can only do harm.

Vows are spoken
To be broken,
Feelings are intense,
Words are trivial
Pleasures remain,
So does the pain.
Words are meaningless
And forgettable.

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm.

Enjoy the silence.

Palabras violentas rompen el silencio,
Vienen rompiendo a mi pequeño mundo,
Me resulta doloroso y me atraviesan,
¿No lo entiendes, pequeña?
Todo lo que quise, lo que he necesitado
Está aquí en mis brazos.
Las palabras son tan innecesarias,
Sólo pueden hacer daño.
Se da la palabra sólo para romperla,
Los sentimientos son tan intensos, las palabras tan triviales,
Los placeres permanecen, igual que el dolor,
Las palabras no tienen sentido y pueden olvidarse.
Todo lo que quise,lo que he necesitado
Está aquí en mis brazos.
Las palabras son tan innecesarias,
Sólo pueden hacer daño.
Disfruta del silencio.


http://www.youtube.com/watch?v=dAN9sKlOZxE
http://open.spotify.com/track/0iKSKQnhvY2oxPfEudfW9U

Hace sol a mediodía y todo parece estar bien, pero un vendaval de repente irrumpe en la calle ordenada y lo llena todo de polvo, hojas secas, bolsas que vuelan, ramas, coches que pasan a toda velocidad, aviones en vuelo rasante, carteristas desvergonzados que actúan a plena luz del día, gaviotas, volcanes, perros sin dueño. Las nubes pasan empujadas por el viento (hay ojos de susto en las nubes naranjas y rosas) y el cielo se queda limpio como si esto fuese una tarde de verano, pero el tono, ligeramente menos intenso, del azul, demuestra que es todo un engaño porque no estamos en Agosto, estamos ya en Noviembre.

¿Por qué me gusta tan poco Noviembre? me preguntan mis amigas, la gente por la calle, los clientes, las portadas de los periódicos, los presentadores de los telediarios y el gato negro del tejado. No hay ninguna razón particular, es simplemente que Noviembre lo llena todo de caos y locura. Aquello de lo que estábamos seguros o que formaba parte aparentemente invariable de nuestra rutina empieza a ser engañoso. Siempre hace demasiado frío o demasiado calor. El panadero, al que conocemos desde hace años, de repente parece que tiene una mirada ladeada, turbia, y ya no sé si acaso ha envenenado el pan, por otra parte tan dorado y apetecible como siempre. La florista de la esquina se ha puesto enferma y un hombre un poco contrahecho, cargado de hombros, con cierta dificultad para hablar la sustituye, y parece fuera de lugar entre las macetas de geranios y azaleas; se me ocurre que algo le ha hecho a la florista. En el ascensor me encuentro con vecinos a los que nunca he visto antes, vecinos que no responden a los buenos días o que ronronean una melodía extraña sin mirarme a los ojos, una musiquilla que he escuchado en algún sitio y me pone los pelos de punta. Llego a casa y de repente aparecen unas tijeras encima de la mesa (yo no las he puesto ahí) y encima, abiertas.

Noviembre es la cifra de la locura interna; en este mes mi parte más lunática aparece, pero en lugar de poseerme y hacer de mi una chica malhumorada o taciturna, se mete en los objetos que me rodean, en las personas que están junto a mí, y me demuestra que en el mundo no hay nada razonable, nada con la suficiente lógica como para aguantar un análisis serio de más de dos minutos. Las palabras pierden su sentido, porque cuando llega el caos las palabras desparecen.

De noche miro a la luna buscando consuelo como hago siempre cuando está llena, pero este mes la luna tiene un velo gris que le tapa la cara. Noviembre es la época mala del año, la de la desesperación. ¡Que pase pronto!
Pandora

martes, 13 de octubre de 2009

Angelina



Louis Prima

I eat antipasti twice
Just because she is so nice, Angelina
Angelina, the waitress at the pizzeria.

I eat zoop-ing minestrone
Just to be with her alone, Angelina
Angelina, the waitress at the pizzeria.

Ti volglio bene,
Angelina I adore you,
E voglio bene,
Angelina I live for you.

E una passione
You have set my heart on fire,
But Angelina
Never listens to my song.

I eat antipasti twice
Just because she is so nice, Angelina,
Angelina, waitress at the pizzeria.

If she'll be a my My Cara mia
Then I'll join in matrimony
With a girl who serves spumoni
And Angelina will be mine!

Tomo dos veces entremeses
Sólo por que ella es tan guapa, Angelina,
Angelina, la camarera de la pizzería.

Tomo dos veces sopa minestrone
Sólo para estar a solas con ella, Angelina,
Angelina, la camarera de la pizzería.

Te quiero,
Angelina, te adoro,
Y te quiero, y vivo por ti.
Es una pasión,
Has prendido fuego a mi corazón,
Pero Angelina nunca escucha mi canción.

Si fuera mi querida
Entonces me uniría en matrimonio
Con una chica que sirve helados
Y Angelina sería mía.

http://www.youtube.com/watch?v=PIJzpdJIdmI

Salgo de casa medio soñolienta y me dan un periódico gratuito. En un artículo me entero de que “los tatuajes y piercings pueden ocasionar más enfermedades de las que inicialmente se creían”. Me fijo en el chico que está sentado enfrente de mí en el metro. Tiene un tatuaje en el brazo, una figura élfica o hard-rock con un nombre dentro, un nombre de seis u ocho letras (¿empieza por A? No lo sé, no se distingue bien). Se me ocurre que debe ser el nombre de una persona a la que quiere mucho, seguramente su novia o su mujer. No, no es su mujer porque no lleva anillo. Quizá es que ya no están juntos. Se baja en la parada anterior a la mía, donde hay una obra, y por su aspecto pienso que quizá trabaja allí. Luego, a la hora de comer, como siempre atendemos en la hamburguesería a gente de esa obra, es posible que le vea otra vez, o que vea a algún compañero suyo. Pero cuando llega el mediodía ya no me acuerdo del hombre del tatuaje, porque estoy pendiente de otros asuntos: a mi compañera de turno, Angelina, le han dicho que tiene que hacerse unas pruebas médicas para descartar posibilidades; resulta que desde hace un tiempo siente un dolor en el pecho que le preocupa. Le digo que no le dé muchas vueltas, que hasta que se haga los análisis lo mejor es no pensarlo, pero mientras me lo cuenta yo me acuerdo de mi tía Aurora, la solterona de la familia, a la que diagnosticaron un tumor maligno, y que duró solamente diez meses desde entonces. Además hace ahora tres años de eso -el martes fue el aniversario del funeral. No le digo nada a mi compañera, claro, pero me parece un mal presagio. Al llegar a casa por la tarde enciendo una vela y la dejo consumirse, aunque ya no es luna llena, que es cuando enciendo velas a la luna. De repente me acuerdo del hombre del tatuaje. A lo mejor en el tatuaje ponía "Aurora", como mi tía. Pienso que es absurdo -dudo que mi tía conociera a nadie con tatuajes, ¡era tan digna, la pobre! Hubiera salido corriendo. Aunque nunca se sabe: ¿tuvo mi tía Aurora una doble vida? En su casa había muchas fotos, alguna de ellas nunca supimos de quienes eran. Pero en el brazo del hombre también podría poner "Angelina", que también empieza por A. El hombre del tatuaje no estaba tan mal, ahora que lo pienso; no para mí, claro -demasiado mayor- pero sí para Angelina, que tiene ya cerca de cuarenta, se empieza a cuidar menos, como quien asume que ya no hace falta porque no tiene para quién cuidarse. Si uno de estos días el hombre tatuado se acerca al restaurante a la hora de comer, tengo que avisar a Angelina para que lo vea. A lo mejor le gusta.

Cuando se acaba la vela se me ocurre que soy muy fantasiosa, dándole vueltas a historias imposibles todo el día. Aunque bien mirado, todo lo que hay alrededor de nosotros son historias: las noticias de por la mañana, el diario del metro, lo que me cuenta mi compañera, la televisión, el cine, ¡hasta los anuncios de las paradas del autobús cuentan historias!

Sin historias no podríamos vivir. Y la historia del hombre que se enamora de la camarera no es la peor de todas. Con el último humo de la vela que se apaga, me voy a dormir, a soñar más historias.

Pandora.

viernes, 2 de octubre de 2009

mean old Frisco



Bravo Murillo es una calle de lo más variado. A veces bajo por ella desde casi los juzgados hasta Cuatro Caminos, que es la parte más animada; de ahí para abajo, hacia Chamberí, es mucho menos interesante.

Hay dos cosas en esta calle que me gustan. La primera es la gente. La segunda es la decadencia de los edificios, y los comercios y los negocios que hay. La gente es de lo más variado. Un domingo vi un grupo de fieles de alguna iglesia evangélica, iberoamericanos todos, que volvían del oficio vestidos de punta en blanco (¡chicos negros con camisa blanca, corbata y zapatos de charol brillante, mujeres con vestidos y lazos, recogidos en el pelo¡); algunos comentaban cómo había influido en ellos la llegada de Cristo. Las mujeres llevaban pamelas y vestidos de flores. Los más jovencitos, corrían de un lado para otro y disfrutaban del día de fiesta.

Otra de las cosas que me gustan desde hace tiempo -y no tiene nada que ver con lo anterior- es el disco Unplugged de Eric Clapton. A partir de ese disco, y saltando de uno a otro por la discografía de Eric Clapton como si fuera el juego de la oca, he llegado a Slowhand, que es del año 1977. En ese disco hay un blues que se llama “Mean old Frisco”; en él se habla de un San Francisco sucio y miserable, donde se pierden las chicas y los hombres que se van de casa no saben si volverán o no. Todo tiene un cierto parecido, que a lo mejor sólo veo yo, con Bravo Murillo, mi calle favorita de Madrid.

Bueno, pues gracias a Mercurio, que debe ser el dios de Internet, me he enterado de que el que escribió e interpretó por primera vez ese blues no fue Clapton, sino un bluesman de Mississipi llamado Arthur Crudup. La historia de Arthur Crudup es digna de ser contada. Nació en el sur en una familia de campesinos, aprendió el blues en su estado natal y se fue a Chicago, donde se ganó la vida como cantante callejero hasta que tuvo la suerte de grabar algún disco. No tuvo mucho éxito, pero sí se dió el caso de que Elvis Presley interpretara varios temas suyos con gran éxito durante el principio de su carrera.

Vuelvo a pasear por Madrid: hay varios negocios decadentes en Bravo Murillo. Por ejemplo: hay un par de bingos que ocupan un edificio exclusivo, con luces de neón en la fachada y puertas chapadas de latón dorado; gente de lo más interesante sale de los bingos a horas insospechadas. También hay unos cines que cerraron hace tiempo, y sobre la entrada, abierta a la calle, quedan los paneles de los carteles para anunciar las películas, aún con restos de papeles pegados, pero en lo esencial vacíos, como unas cuencas sin ojos que miran a los transeúntes. Hay sin embargo, también, negocios que funcionan bien, como una cafetería italiana donde se sirven calzoni y paninis, pero con la particularidad de que los que la llevan son todos cubanos. Me senté allí un día a eso de las diez de la noche y me reí mucho con la conversación que tenían uno de los camareros -un chico con gafas, de poco más de dieciocho años-, que se estaba cenando un sandwich, una tostada y dos refrescos, y su compañera, que le hacía bromas con que si tendría suficiente o querría también un trozo de tarta mientras preparaba algo en la plancha.

Bueno, pues volviendo a la vida del bluesman Sturup, aunque Elvis usara sus canciones no recibió nada por derechos de autor, y su carrera musical fue decayendo, hasta el punto de tener que volver al sur y trabajar de nuevo en el campo como jornalero. Más tarde unos bienintencionados filántropos le ayudaron a pleitear por los royalties de sus composiciones, pero sin mucho éxito. Al final de su vida volvió a subirse a los escenarios, pero no debio tener mucho éxito.

Hoy me he encontrado en Bravo Murillo, entre las mil nacionalidades que hay, con un viejo sentado en una esquina, tocando el acordeón. No sé de dónde era; no era español, parecía sudamericano, pero lo mismo podría haber sido de otro sitio, porque las arrugas, el color moreno de la piel, los ojos hundidos, podría hacer que perteneciera a muchas razas. Iba de blanco, y su acordeón también era blanco. Me gustaría decir que me fijé en lo que tocaba, pero no es así. Si se me ocurrió preguntarme quién le habría enseñado a tocar, en qué pueblo o que ciudad, si sabría solfeo o aprendió de oído, dónde guardaría el instrumento, si alguna vez habría tocado sobre un escenario o no. Aunque nunca he estado en San Francisco, ni en Mississipi ni en Chicago, se me ocurre que la decadencia y los músicos callejeros deben de tener un aire de familia en todo el mundo.

Al viejo del acordeón no le eché una moneda y ahora, aquí en casa, cuando me he puesto a buscar la historia del bluesman Arthur Crudup, me da un poco de pena no haberlo hecho.

¡Una moneda para cada músico en la calle!

Besos

Pandora

Mean old Frisco
arthur crudup

Well that mean old dirty Frisco and that low down Santa Fe.
Mean old Frisco, and that low down Santa Fe.
You know they take my girl away, lord, and blow back out on me.

Well my mama, she done told me, and my papa told me too.
Mama told me and my papa told me too.
A woman that gets in your face, lord she aint no friend for you.

Well I'm goin away now baby, and I won't be back until fall.
Goin' away, baby. Lord, I won't be back till fall.
If I dont come back by then, Lord, I won't be back at all.

Well that mean old dirty Frisco and that low down Santa Fe.
Mean old Frisco and that low down Santa Fe.
Gonna take my gal away, Lord, and blow back out on me.

Y bien, aquel San Francisco sucio y miserable, y esa parte baja de Santa Fe,
El Frisco sucio y miserable, la parte baja de Santa Fe,
Sabes, se me llevan a mi chica, y la traen volando de vuelta.

Bueno, ya me lo dijo mi mamá, y también mi papá,
Mamá y papá ya me lo dijeron,
Una mujer que se te pone delante, Señor, no es tu amiga.

Bueno, ahora me voy, chica, y no volveré hasta el otoño,
Me voy, chica; Dios, no volveré hasta el otoño.
Si por entonces no he vuelto, Señor, no volveré en absoluto.

martes, 29 de septiembre de 2009

Lithium

Lithium
nirvana

I'm so happy 'cause today
I've found my friends ...
They're in my head
I'm so ugly, but that's okay, 'cause so are you ...
We've broken our mirrors
Sunday morning is everyday for all I care ...
And I'm not scared
Light my candles, in a daze
'cause I've found god
Yeah ...

I'm so lonely but that's okay, I shaved my head ...
And I'm not sad
And just maybe I'm to blame for all I've heard ...
But I'm not sure
I'm so excited, I can't wait to meet you there ...
But I don't care
Im so horny, but that's okay ...
My will is good
Yeah..

I like it - I'm not gonna crack
I miss you - I'm not gonna crack
I love you - I'm not gonna crack
I killed you - I'm not gonna crack

I'm so happy 'cause today
I've found my friends ...
They're in my head
I'm so ugly, but that's okay, 'cause so are you ...
Weve broken our mirrors
Sunday morning is everyday for all I care ...
And I'm not scared
Light my candles in a daze ...
'cause I've found god
Yeah, yeah, yeah

I like it - I'm not gonna crack
I miss you - I'm not gonna crack
I love you - I'm not gonna crack
I killed you - I'm not gonna crack



Estoy tan contento porque hoy me he encontrado con mis amigos;
están en mi cabeza...
Soy tan feo, pero está bien, porque tú también lo eres...
Hemos roto los espejos,
EL domingo por la mañana es cualquier día para lo que me importa
Y no tengo miedo,
Enciendo mis velas en mi deslumbramiento,
He encontrado a Dios, sí.

Estoy tan solo, pero está bien, me he afeitado la cabeza,
Y no estoy triste,
Y sólo quizás, soy culpable de todo lo que he oído,
Pero no estoy seguro,
Estoy tan nervioso, no puedo esperar para encontrarte allí,
Pero no me importa,
Estoy tan caliente, pero está bien,
Mi deseo es bueno.

Me gusta, no me voy a romper;
Te echo de menos, no me voy a romper;
Te quiero, no me voy a romper;
Te he matado, no me voy a romper.

http://www.youtube.com/watch?v=IdyKAFfpw0U


El lithium al parecer es un medicamento que se les da a los esquizofrénicos y a los maníacos.


Una vez, en un trabajo, conocí durante un tiempo a alguien con algo parecido al de la canción. No era amigo mío, y solamente supe lo que tenía después de que él dejara de trabajar allí. La verdad es que durante el tiempo que coincidimos, la situación no era muy agradable. No es que unos días estuviese contento y otros depresivo, sino que en menos de cinco minutos parecía que dos personas distintas usaran el mismo cuerpo. De repente todo le resultaba motivo de broma, y también de repente los gritos sustituían a los chistes. Los demás se reían a veces de él, siempre a sus espaldas (hay que tener mucha confianza en una misma para reírse de alguien a la cara). Pero a la vez que se reían, le tenían miedo. A veces nos reímos de miedo.

Mi amigo Diego, que me saca unos poco años, me explicó la historia de Kurt Cobain y de esta canción, y del grunge, y me habló de Seattle y de paso, también me explicó por qué a veces lleva pantalones vaqueros rotos. Yo casi no me acuerdo de cuando iba al colegio y a las hermanas mayores de mis amigas se les quedó un lunes una cara larguísima, porque Kurt Cobain se había suicidado. No lo entendí entonces (¡para mí ese chaval rubio sin barba no era tan guapo!). Pero al crecer yo también he cambiado, he cambiado mucho y varias veces (¡y no hablo de cuando a una le salen las tetas y tiene la regla!), y sé que una persona puede ser muchas a la vez, una detrás de otra o al mismo tiempo. A todos nos gusta pensar que los otros son siempre los mismos, y que podemos fiarnos de cómo son, y cuando no es así, nos sentimos angustiados, incluso un poco traicionados, y nos entra el miedo.

Mi amigo el gato negro, que esta noche está especialmente nervioso al otro lado de la ventana, venga a ir de un lado al otro del tejado, parece saber algo más sobre el tema. Dime, gato, ¿cuántas personas caben dentro de una persona? ¿Cuántas veces podemos cambiar y seguir siendo los mismos sin perder la razón? ¿Cuál es el nombre secreto del dios de la locura?

Pandora, o mejor dicho, todas estas Pandoras pequeñitas, como muñecas rusas unas dentro de otras, se despiden hasta otro día.

Besos.








jueves, 24 de septiembre de 2009

Alberta

http://www.youtube.com/watch?v=23w53gbtSBo

Mi amigo Diego me suele pasar discos de soul y de blues. Me gustan más los de soul, pero a veces escucho blues un rato, sobre todo cuando estoy sola y hay luna llena; abro la ventana de mi cuarto y pongo la música, y me fumo un cigarrillo sin que lo sepan mis compañeros de piso, que llevan mal lo del tabaco. Después de un rato, cuando los vecinos protestan porque es tarde y al día siguiente hay que ir a trabajar, quito la música, cierro la ventana y me voy a dormir algo triste, con esa tristeza de regusto un poco dulce que deja blues.

Hay un blues de Eric Clapton que me gusta mucho: se llama “Alberta”, y el nombre no es el de la ciudad de Canadá, sino el de una chica. Es la historia de un hombre que se queja de que su chica o su mujer, no se sabe, ha pasado la noche fuera:

Alberta, Alberta,
Where you been so long?
Alberta, Alberta,
Where you been so long?
Ain't had no loving
Since you've been gone.

Alberta, Alberta,
Where'd you stay last night?
Alberta, Alberta
Where'd you stay last night?
Come home this morning,
Clothes don't fit you right

Alberta, Alberta,
Girl, you're on my mind.
Alberta, Alberta,
Girl, youre on my mind.
Ain't had no loving
Such a great long time.

Alberta, alberta,
Where you been so long?
Alberta, alberta,
Where you been so long?
Ain't had no loving
Since you've been gone.

Alberta, Alberta, dónde has estado tanto tiempo?
Nadie me ha querido desde que te fuiste.

Alberta, Alberta, ¿dónde has estado esta noche?
Has vuelto a casa esta mañana, y la ropa no te quedaba bien.

Alberta, Alberta, te tengo en mi pensamiento,
Nadie me ha querido durante tanto tiempo...

Alberta, Alberta, dónde has estado tanto tiempo?
Nadie me ha querido desde que te fuiste.


Yo alguna vez he pasado la noche fuera mientras alguien me esperaba en casa, y luego me lo han echado en cara, así que entiendo a la chica, a la que resulta que su vestido no le ajusta tan bien como al salir. El caso es que bien mirado, da la impresión de que el hombre no quiere echarle la bronca, sino que más bien es del tipo de dar lástima: “¡Mira cómo he estado aquí solo, triste, mientras tú te lo pasabas en grande por ahí! ¿No te doy pena?”. Este tipo de tíos creo que es el peor de todos, casi prefiero al que te levanta la voz. Me imagino a Alberta diciéndole al tipo: “Pues sí, me he ido por ahí, he estado con mis amigas, y también con mis amigos, por qué no, y he bebido y he fumado y hemos ido toda la noche de un sitio para otro. ¡Y no pasa nada!”.

Qué difícil es estar con alguien sin encadenarse a perpetuidad. ¿Por qué las personas queremos que todo sea “para siempre” y “sólo para nosotros”? Claro que estar aquí sola, escuchando blues, con la ventana abierta y mirando a la luna, tampoco es lo mejor del mundo. Pero no está tan mal...

Hay un gato en el tejado de enfrente, un gato negro bastante simpático. Creo que le caigo bien.

Felices sueños,

Pandora.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Hymn to her


Tengo sólo veinticinco años, pero he dado muchos tumbos. Hace un tiempo estuve trabajando en una hamburguesería. Duré un par de meses porque el trabajo era duro, pagaban poco y los compañeros, que no duraban mucho, no me resultaban muy agradables. En realidad no me llevaba bien con casi ninguno.


Solamente tuve buenas relaciones con una chica italiana, Flavia. Era delgadita, con el pelo castaño y un poco ondulado, no muy largo; sonreía todo el rato, pero no con una sonrisa ingenua o infantil, sino más bien irónica. Solía llevar un colgante con una figurita de madera, una especie de Virgen María, aunque luego supe que representaba otra cosa. Creo que quería ser actriz. Le hacía mucha gracia un peruano que trabajaba en la cocina y tenía una voz muy profunda. El peruano, que se llamaba Carlos, solía gritar las comandas y se le oía por todo el restaurante. A veces, cuando entraba en la cocina Flavia le decía, entre hamburguesa y hamburguesa: “¡qué bien proyectas la voz, Carlos!; a ver, repite:
Le donne, i cavallier, l'arme, gli amori,

le cortesie, l'audaci imprese io canto...”
Carlos, quien dudo que hubiese leído nunca nada, se reía mucho, y Flavia se reía aún más imitando el tono de voz grave de Carlos. Flavia me apuntó estos versos en una servilleta, y por eso los tengo aquí delante.


Una noche un grupo de chavales empezó a alborotar en una mesa. Normalmente hay un guardia de seguridad por horas, pero en ese momento había salido. Flavia y yo estábamos atendiendo en el mostrador, pero como ya era tarde en ese momento no había nadie a quien atender. Los chavales se empezaron a meter con una chica que estaba sentada en la mesa de al lado -una de esas mesitas para dos personas. La chica era china y se limitó a bajar la cabeza y no decir nada. Los otros insistieron en sus bromas, cada vez de peor gusto. Yo llamé la atención a Flavia sobre la situación. Ella se quedó mirando y no dijo nada; me preguntó que dónde estaba el vigilante, y le dije que había salido y no volvería en unos quince minutos. “¿Qué hacemos?”, pregunté. Ella no dijo nada, se limitó a llevarse la mano al cuello y agarrar, con un gesto involuntario, el colgante que llevaba. Luego sonrió como solía hacer ella, y me dijo: “Ven; no tengas miedo, no va a pasar nada”.

Las dos salimos de detrás de la barra y nos acercamos a la mesa de los chavales. Eran cuatro. Flavia se plantó delante de ellos, y yo junto a ella; luego les dijo que ya era hora de cerrar, y que por favor se marcharan. Ellos la miraron sorprendidos, y luego uno -el más gallito del grupo- le replicó que qué se le había perdido a ella allí. Flavia entonces le miró fijamente, y dijo muy serena, con autoridad: “haced el favor de marcharos. Vamos a cerrar”. El caso es que no se lo dijo al cabecilla: se dirigió a todo el grupo. Y luego no se movió.

Debió de ser un milagro, porque los chavales se fueron hacia la puerta -echando alguna mirada por encima del hombro y haciendo algún comentario ofensivo, claro-; pero el caso es que se marcharon. Cuando salieron, le dije a Flavia: “¡eso sí que es proyectar la voz!”.

Flavia dejó el trabajo un poco después y desde entonces no la he vuelto a ver, pero cuando hace unos días, una noche de luna llena, he escuchado esta canción que me ha pasado un amigo -¡gracias, Diego!- y he visto luego de qué iba la letra, me he acordado de ella y creo que he entendido por qué llevaba ese colgante.

¡Un abrazo, Flavia!
Pandora.


Hymn to her
the pretenders

Let me inside you
Into your room
I've heard it's lined
With the things you don't show
Lay me beside you
Down on the floor
I've been your lover
From the womb to the tomb
I dress as your daughter
When the moon becomes round
You be my mother
When everything's gone

And she will always carry on
Something is lost
But something is found
They will keep on speaking her name
Somethings change
Some stay the same

Keep beckoning to me
From behind that closed door
The maid and the mother
And the crone that's grown old
I hear your voice
Coming out of that hole
I listen to you
And I want some more
I listen to you
And I want some more

And she will always carry on
Something is lost
But something is found
They will keep on speaking her name
Some things change
Some stay the same


Himno a Ella.

Déjame entrar en tu habitación,
he oído que está llena de las cosas que no muestras.
Recuéstame junto a ti en el suelo.
He sido tu amante desde el seno materno hasta la tumba.


Me visto como tu hermana en la luna llena;
Sé mi madre cuando todo se haya acabado.


Y ella continuará siempre,
Algo se pierde, pero algo se encuentra;
Continuarán pronunciando su nombre,
Algunas cosas cambian, otras siguen igual.


Sigue llamándome desde detrás de esa puerta cerrada,
La doncella, la madre y la hechicera que ha envejecido.
Oigo tu voz saliendo de ese hoyo,
Te escucho y quiero algo más,
Te escucho y quiero algo más.


Y ella continuará siempre,
Algo se pierde, pero algo se encuentra;
Continuarán pronunciando su nombre,
Algunas cosas cambian, otras siguen igual.


http://www.youtube.com/watch?v=P7gmszs4_-Y&feature=related

lunes, 21 de septiembre de 2009

Soy Pandora


Soy Pandora. Tengo veinticinco años. El otro día me encontré por la calle con un viejo -un tío con barba larga, un abrigo de color oscuro y una bolsa de la compra enorme; todo bastante desagradable, la verdad. El viejo se dirigió a mí; pensé que me pediría dinero para el tren, o para su hijo que necesitaba no sé qué medicamento, pero no: solamente me entregó un papel un poco arrugado, y en el papel había escritas a lápiz una dirección de e-mail, una cuenta de Blogger y su contraseña. Debajo ponía en letras mayúsculas lo siguiente -copio textualmente-:

“LAGRAMOLARONCA.
ESTE BLOG HA SIDO LIBERADO.
EL QUE RECIBA ESTA NOTA PUEDE SEGUIR MANTENIÉNDOLO, CERRARLO O DEJARLO COMO ESTÁ. AHORA EL BLOG ESTÁ BAJO SU ENTERA RESPONSABILIDAD. NO RECIBIRÁ NINGÚN CASTIGO NI PREMIO POR LO QUE HAGA.
VENECIA, DIECIOCHO DE SEPTIEMBRE DEL AÑO MMIX”.

Debajo había una especie de emblema que no conozco, y que he copiado aquí arriba.

Cuando me volví para preguntarle al viejo qué quería decir aquello ya se había ido.

Ayer domingo por la tarde tuve tiempo de buscar en Google y visitar por curiosidad el blog. Me ha gustado en general; ahora tengo la impresión de conocer un poco mejor al viejo que me dio el papelito (¡en realidad no sé si realmente era él el que escribía en el blog!), y aunque no me cae muy bien, he decidido contar la historia anterior. También he pensado en escribir una temporada aquí, aunque habrá que hacer algunos cambios, porque no tenemos exactamente los mismos gustos musicales y algunas entradas me parecen francamente nefastas. Nunca he mantenido un blog mucho tiempo -lo intenté hace año y pico y no duré ni una semana, soy un poco lunática e inconstante; de todas formas, si me canso, siempre puedo volver a liberar el blog.

Por cierto, nunca he estado en Venecia.

Besitos.
Pandora.

martes, 12 de mayo de 2009

no me llames dolores

Concha Piquer; Quintero / León

Cuando el domingo te pones
Un traje negro de pana
Y ese clavel en la boca
Y ese sombrero de ala ancha,
Cuando acaricias silbando
Los hierros de mi ventana,
De tanto y tanto quererte
El corazón se me para.


No me llames Dolores, llámame Lola
Que ese nombre en tus labios
Sabe a amapola, sabe a amapola.
De noche y día solo pienso en ti,
Eres la vida para mi.


Si te llamas Francisco, llámate Antonio,
Que Antonio se llamaba
Mi primer novio, mi primer novio.


Ni tu madre a mi me quiere
Ni la mía a ti tampoco
Que nos importa de nadie
Si nos queremos nosotros.


Aunque pongan una tapia
Y tras de la tapia un foso,
Han de saltarlo tus brazos
Y han de cruzarlo mis ojos.


(al estribillo)


No he encontrado referencia de esta canción que haga justicia al original de Concha Piquer. Así que si alguien tiene interés, que me la pida y yo se la paso.


Este blog es un pasatiempo, y con razón podrá cualquiera decir que una cosa es cachondearse de los Stones y otra bien distinta meterse con doña Concha Piquer; que esto ya son palabras mayores, y que la broma pasa ya de castaño oscuro. Pero en mi vida de diletante me atrevo a desvariar contra cualquiera, y doña Concha no iba a ser una excepción. Desde el cariño y el respeto, que se dice ahora. Claro que aquí son tres contra uno, porque lo que de verdad interesa de esta copla es la historia, y la historia la inventan Quintero y León; así que son tres pesos pesados contra un peso pluma. Pero dejemos de ponernos la venda antes de la herida y al toro.

La canción de hoy será menos conocida que otra con el mismo título que abarrotaba las pistas de baile hace dos o tres años; pero no importa, porque en otros diez las aguas volverán a su cauce y la obra de bailoteo cederá su lugar en la memoria a la verdadera obra de arte. A ésta la traigo a colación porque es uno de esos ejemplos de canción con historia, de canción que cuenta algo que merece la pena ser contado; vamos, lo que a uno le gusta. Por lo demás, la estructura, la música y el decorado (los claveles, las rejas por la noche) son convencionales ad nauseam.

Vayamos entonces al relato. Una primera lectura nos deja en brazos de la España cañí: la mujer que adora a su enamorado, la típica exageración en el sentimiento (“el corazón se me para”), el amor apasionado que atraviesa todos los obstáculos. Puro estereotipo: sólo falta la muñeca vestida de sevillana y el toro miniatura encima del televisor. Tampoco la pieza es un ejemplo de progresía: la mujer se entrega voluntaria y sumisamente al hombre, al amante masculino que la ronda de noche, y al cual le debe la vida porque sin él se muere. La canción es -como todas- de amor, de amor incipiente o ya crecido, diríamos que en su momento de esplendor.

Pero hay un par de versos muy inquietantes. Hasta llegar a ellos, el noviazgo es perfectamente convencional y anodino; pero en un momento dado, la mujer canta:

Si te llamas Francisco, llámate Antonio,
Que Antonio se llamaba
Mi primer novio...


Este es el momento que aclara el asunto. El amor convencional, unipersonal, perfecto, se torna en otra cosa. Resulta que la mujer no ama al hombre que tiene delante. Resulta que querría que ese hombre fuera otra persona, y lo manifiesta en lo más personal que hay: el nombre propio. Además, luego se revela que la madres de ambos amantes (¿a quién se puede querer más que a una madre, y quién osaría contrariarlas?) desaprueban la relación.

La historia en ese punto deja entrever otra historia subterránea, mucho menos convencional y mucho más sombría, a saber: una jovencita, Lola, y un jovencito, Antonio, se enamoran. Sus madres lo desaprueban. Los jóvenes no son capaces de superar la presión de las familias, representados en los obstáculos clásicos de la casa familiar: la reja, la tapia, el foso. El amor no se consuma. Los amantes se separan sin que sepamos lo que ocurrió. Pasa el tiempo, que todo lo cura; sin embargo, aquí la cura no llega. Lola, Lolita quizá, se transforma en Dolores. Dolores es ya una mujer; conoce a hombres hechos y derechos como Francisco que van a tocar a su reja; ya adulta es capaz de plantearse luchar contra la opinión de su madre; los hombres cruzarán el foso, saltarán la tapia - todas ellas metáforas muy evidentes, pero ella sigue pensando en el amor no consumado, en la potencialidad no realizada del primer amor. Tristemente, Dolores querría ser Lola, porque Dolores parece condenada a no volver nunca a enamorarse.

Esta es una de esas historias con otra historia dentro. Haciendo una pirueta, diría que el personaje es el mismo que describe Joyce en “Los muertos”, de Dublineses: la esposa que vive una realidad marcada por un hecho romántico no consumado en su juventud, y que está condenada a vivir otra historia, convencional, siempre teñida de amargura por lo que nunca ocurrió. Lo que no hemos vivido y nos hubiera gustado vivir puede ser más amargo que lo que sí hemos experimentado. Siempre pensamos que hubiera sido mejor que lo que hemos conocido. Ésta es en realidad una historia triste, de frustración. Gracias por contarla, doña Concha.

12.5.09

domingo, 3 de mayo de 2009

california blue



roy orbison (petty, orbison, lynne)

Working all day and the sun don't shine,
Trying to get by and I'm just killing time;
I feel the rain fall the whole night through,
Far away from you California blue.

California blue, dreaming all alone,
Nothing else to do, California blue.
Everyday I pray, I'll be on my way
Saving love for you, California blue.

One sunny day, I'll get back again,
Somehow, someway but I don't know when;
California blue, California blue.

Living my life with you on my mind,
Thinking of things that I left far behind;
It's been so long doing all I can do
To get back to you, California blue.

California blue, dreaming all alone,
Nothing else to do, California blue;
Everyday I pray, I'll be on my way
Saving love for you, California blue.

One sunny day I'll get back again;
Somehow, someway but I don't know when.
California blue, California blue.

Still missing you, California blue;
Still missing you, California blue;
Still missing you, California blue.

Trabajo todo el día sin que salga el sol,
Intento ir tirando y sólo mato el tiempo;
Siento caer la lluvia en toda la noche,
Muy lejos de ti, azul California.

California triste, soñando yo solo,
No hay nada que hacer, azul California;
Rezo cada día, seguiré mi camino,
Yo guardo mi amor para ti, California.

Un día soleado volveré de nuevo,
De alguna manera, pero no sé cuándo;
Azul California, California triste.

Yo vivo mi vida contigo en mi mente,
Pensando en las cosas que he dejado atrás;
Pasé tanto tiempo haciendo lo que pude
Para a ti volver, azul California.

California triste, soñando yo solo,
No hay nada que hacer, azul California;
Rezo cada día, seguiré mi camino,
Yo guardo mi amor para ti, California.

Un día soleado volveré de nuevo,
De alguna manera, pero no sé cuándo;
Azul California, California triste.

Aún te echo de menos, azul California,
Aún te echo de menos, azul California,
Aún te echo de menos, azul California.

http://www.youtube.com/watch?v=tmuhPFHEbJo

(Especialmente dedicado para los amigos californianos. Peace and love, you guys...)

Esta obra menor de Roy Orbison pertenece al género que podríamos llamar de “morriña de la tierra chica”. Es un género interesante que ha dado obras maestras como por ejemplo, Georgia on my mind cantada por Ray Charles, o Asturias patria querida, cantada por todos nosotros normalmente en poco memorables circunstancias. Sin embargo no quiero hablar aquí del género melancólico-patriótico, si cabe un nombre tan horroroso que esté compuesto de dos palabras esdrújulas. Lo que me llama la atención de la canción es que, a mi juicio, es formalmente sencilla y prácticamente perfecta. Me explico.

La canción musicalmente se basa en un ritmo continuo, sostenido, tranquilo, sin grandes altibajos; la melodía es calmada y hermosa, un poco triste, no muy lenta, al modo de algunas baladas country (lo siento). Todo esto está muy bien para una canción que versa, fundamentalmente, sobre la nostalgia que ocasiona el recuerdo de un lugar querido.

La letra también es perfectamente propia del objetivo de la pieza: el lenguaje es sencillo y se limita a expresar sin aparato lo que se quiere decir. No hay ni una metáfora en toda la canción, ninguna figura retórica que sobresalga. La identificación del tiempo atmosférico y la tristeza del espíritu – nada nuevo, se ha usado en literatura desde siempre, es el único lujo que se permiten los autores en ese sentido. Vagas imágenes que podrían identificar la tierra añorada con la añoranza que produce un amor lejano parecen filtrarse por las costuras: Living my life with you on my mind / Thinking of things that I left far behind... (esto corresponde a mi teoría de que el 98% de las obras musicales tienen como tema lo Único: el amor, el sexo, el instinto de la especie). El resto tiene la fantasía de un informe pericial, por lo conciso y concreto. Y sin embargo, todo lo que se quiere decir, que es algo emocional, no físico, con las dificultades que comporta, está ahí escrito.

No he sido yo sino una buena amiga (yo no soy tan despierto) quien se ha apercibido de la poca coherencia que muchas canciones presentan entre el contenido y la forma musical. Hay canciones con una letra tristísima y una música festiva, y viceversa. No dudo que en algún caso esto sea intencionado: luego el cantante puede lucirse grabando una versión acústica solamente con el acompañamiento de una guitarra, de forma que al personal ya no le quede más remedio que atender a lo que canta y se dé cuenta de lo que realmente decía la letra; pero pienso que en la mayoría de los casos simplemente se trata de despiste o feísmo. En la pieza que destripo hoy, la coherencia es total. Letra, música y mensaje no quieren más que ser coherentes entre sí y lo consiguen. Yo diría que la canción no aspira a ser nada más de lo que es, expresión musical de una añoranza - ¿por un lugar, por una persona?- que el autor recuerda con afecto. Ese objetivo es modesto, pero está tan bien conseguido, el conjunto es tan armónico que es lo que hace esta obra grande. A mí por lo menos así me lo parece, y me da mucha envidia, porque me gustaría que lo que hago, sea lo que sea, pudiera llegar a ser, en su modestia, como es California Blue: en palabras del poeta, “claro como una lámpara / simple como un anillo”.

02.05.09

sábado, 2 de mayo de 2009

the show must go on

Queen (1991)

Empty spaces - what are we living for?
Abandoned places - I guess we know the score
On and on, does anybody know what we are looking for...?
Another hero, another mindless crime
Behind the curtain, in the pantomime
Hold the line, does anybody want to take it anymore?


The show must go on
The show must go on,
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on.


Whatever happens, I´ll leave it all to chance
Another heartache, another failed romance
On and on, does anybody know what we are living for?
I guess I´m learning
I must be warmer now
I´ll soon be turning
Round the corner now
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I´m aching to be free.


(chorus)

My soul is painted like the wings of butterflies
Fairytales of yesterday will grow but never die
I can fly - my friends
The show must go on
The show must go on
I´ll face it with a grin
I´m never giving in
On with the show.


I´ll top the bill, I´ll overkill
I have to find the will to carry on
On with the show
On with the show
The show must go on.



Espacios vacíos; ¿para qué vivimos?
Lugares abandonados; supongo que sabemos de qué va;
Adelante y adelante, ¿alguien sabe lo que vamos buscando?
Otro héroe, otro crimen sin sentido;
Detrás de la cortina, dentro de la pantomima,
Mantén tu lugar en la fila, ¿alguien quiere seguir aguantándolo?


El espectáculo debe continuar,
El espectáculo debe continuar,
Por dentro se me rompe el corazón,
Puede que se esté cuarteando mi maquillaje,
Pero todavía aguanto mi sonrisa.


Lo que haya de pasar lo dejo a la suerte;
Otro corazón roto, otra historia de amor fallida;
Adelante y adelante, ¿alguien sabe lo que vamos buscando?
Supongo que estoy aprendiendo,
Debo ser más cálido ahora;
Pronto doblaré
La esquina, ahora;
Afuera rompe el alba,
Pero dentro, en la oscuridad, me muero por ser libre.


Mi alma está pintada como las alas de una mariposa;
Los cuentos del ayer se harán más grandes, pero nunca morirán;
Puedo volar, amigos.
El espectáculo debe continuar.
El espectáculo debe continuar.


Lo afrontaré con una falsa sonrisa;
Nunca me daré por vencido:
Adelante con el espectáculo.
Seré el protagonista, lo haré mejor que nunca,
Tengo que encontrar la forma de seguir
Adelante con el espectáculo,
Adelante con el espectáculo,
El espectáculo debe continuar.


http://www.youtube.com/watch?v=4ADh8Fs3YdU


La historia de esta canción es tan conocida como dramática. Freddie Mercury es un ídolo de masas. Freddie Mercury revela que padece el SIDA. Freddie Mercury canta El show debe continuar sabiendo que para él, el show no iba a continuar. De esto, amigos, ya hace dieciocho años y parece que fue ayer, a mí por lo menos.

Queen era Mercury. Queen pertenece al género de grupos cuyo líder es tan carismático que sustenta el conjunto, que canibaliza al conjunto, y sin él no queda nada (a los tristes intentos de resurrección de la banda tras la muerte de Mercury me remito). Freddie era, pues, lo carismático del grupo y queda claro que aparte de ser un monstruo del escenario, era un artista bastante notable.

Por eso, pensar que Mercury cantaba esta canción mientras pedía pista de aterrizaje (dicho sea desde el cariño y el respeto) es, ya lo he dicho, algo que a ningún fan de la banda habría de dejar impasible. La canción habla de finales, de doblar la esquina, de que hay que seguir con el espectáculo, etcétera. Sin embargo, si un marciano leyera la letra de nuevas, sin saber lo que hay detrás y perfectamente ignorante de quién era Queen (perdón por el lamentable juego de palabras), quizá no la considerase tan interesante. No hay en ella ningún hallazgo literario, ninguna frase de la que uno pueda decir: qué bien dicho, me hubiera gustado escribir eso a mí. The show must go on es una frase hecha, y yo solamente le reconozco algo de interés a la idea del maquillaje que se cuartea mientras se mantiene la sonrisa (aunque luego el potencial de esa imagen: el maquillaje, la máscara que finge, las convenciones, etcétera, no se desarrolla).

En definitiva: después de ponerme la canción en los cascos y gozarla mientras me imagino ser Freddie Mercury chillando gloriosamente como sólo él podía hacer encima de un escenario, aunque sin SIDA, reflexiono sobre si las circunstancias coyunturales que aparecen alrededor de una obra de arte le aportan algún valor añadido o no. Y creo que el valor que aportan estas cosas pertenece al lado de lo humano, pero no de lo artístico. En el ejemplo en cuestión: si nos emocionamos con The show must go on no es tanto porque sea una extraordinaria canción (la canción es buena, pero no más); es porque apreciábamos mucho a Freddie y humanamente nos apiadamos de la que le cayó al pobre, y porque admiramos que tuviera los redaños de cantar eso cuando le quedaban dos telediarios. Conclusión: el arte no tiene mucho que ver con la ética, amigos: igual que ser muy bueno no sirve para cantar mejor, se puede tener la boisserie del salón llena de grammies y ser un perfecto hijo de puta. Eso, si es que los grammies son medida de lo artístico, lo cual es, ahora que lo pienso, francamente discutible.

02.05.09

domingo, 26 de abril de 2009

cantares y canciones


Trigo segaba,
Trigo siega la niña,
Ay, trigo segaba;
Trigo segaba,
Y en cada manadita,
Ay, suspiros daba. (…)


Tradicional; de “Canciones de los Ancares”, Joaquín Díaz, 1996


http://www.youtube.com/watch?v=TlbQjPnQmck

http://grupocandeal.es/

http://www.lastfm.es/music/Joaqu%C3%ADn+D%C3%ADaz

http://www.myspace.com/lamusgana

http://www.youtube.com/watch?v=l_1-RvGK0No


¿Para qué sirven las canciones?

Las canciones, y ésta es una definición algo naïve, son una mezcla de música, que es el arte de combinar los sonidos y los silencios en el tiempo, y el lenguaje, articulación de un pensamiento. Así que son una especie de compendio de lo que podemos pensar racionalmente y de lo que podemos sentir emocionalmente, porque no hay nada que nos llegue más directamente al páncreas que la música. Se entiende entonces que las canciones son algo más que un pasatiempo, y reflejan aspectos esenciales de lo humano.


Ahora bien, ¿para qué sirven las canciones?

Antes las canciones, o mejor los cantares, en la llamada cultura tradicional, servirían presumiblemente para cosas diferentes que hoy en día. Hoy las usamos para matar el tiempo mientras vamos en el metro, para ponerlas de fondo en un ascensor, para pasar el rato en el coche, en una cafetería, o cualquier otro sitio. A veces acudimos a un concierto y entonces sí, vamos específicamente a escucharlas. Casi nunca nos las ponemos para nosotros solos, apagando la tele y sin interrupciones, disfrutando de la música y ya está.

Pero antes las canciones tenían otras funciones aparte de la puramente recreativa o de su contenido poético. En primer lugar, no habría tantas como ahora. Hoy podemos oír música en casi cualquier sitio al que vayamos; de hecho lo habitual es llevarla con uno mismo en forma de MP3 o similar. Esto es una especie de triunfo de la cultura, pero también implica una cierta devaluación de lo musical. Antes la gente, cuando quisiera oír música, habría de cantar o pedirle a alguien que lo hiciera, salvo en situaciones especiales como fiestas o ritos religiosos en que profesionales con instrumentos tocaran música. Esto sería así por lo menos hasta la llegada de la radio y aún después. Ahora bien: pruebe cualquiera a cantar una canción que le guste, y verá que escuchar y cantar son cosas bien distintas. Para cantar algo es necesario entender lo que se canta, o al menos saberse lo que se canta, y tener cierto sentido de lo musical. Una consecuencia de esto sería que entonces se valoraría también de forma distinta el esfuerzo que hay que desarrollar para hacer música.

Por otra parte, antes los cantares populares (lo que ahora se llama folk) hablaban de cortejos a las mozas y de requiebros a los mozos, de las tareas del campo, de sucedidos, historias antiguas, o de glosas a los ritos religiosos. Es de lógica pensar que si esto era así sería porque los cantares servían para cortejar mozas, para requebrar mozos, para acompañar a la siega, para entretener las veladas o para ayudar en misa. Es decir: que realmente eran útiles como parte de las actividades de la vida cotidiana. Esta cualidad de ser útiles y marcar los ritmos de las cosas de la vida, en el mundo moderno del MP3 y la aldea global, creo que irremediablemente se ha perdido.

Pero yo pienso que hay otra utilidad. Tanto las canciones como los cantares normalmente cuentan historias; estas historias pueden ser en muchos casos ejemplares, es decir, que sirven como ejemplo a los vivos de cosas que hicieron otros, para saber conducirse en la vida. Las historias ejemplares pueden ser aleccionadoras con moraleja, o al contrario, al modo de las novelas ejemplares de Cervantes, modelo de lo que no ha de hacerse, lo que permite incluir todo tipo de historias morbosas y truculentas, que también las hay en la cultura popular. Creo, y esta es en definitiva la tesis de esta larga perorata, que esto no se ha perdido aún; aunque la sociedad de la información haya vulgarizado hasta límites insospechados la música, y ya no usemos de cantares para segar, para entretener la sobremesa o ayudar a misa, sí que podemos pedirle a las canciones de hoy que por lo menos, sean ejemplares: que nos cuenten historias que nos sirvan para la vida.
26.4.09


eye in the sky

the alan parsons project (1982)

Don’t think sorry’s easily said.
Don’t try turning tables instead.
You’ve taken lots of chances before
But I ain’t gonna give anymore,
Don’t ask me,
That’s how it goes,
’Cause part of me knows what you’re thinkin’.
Don’t say words you’re gonna regret,
Don’t let the fire rush to your head;
I’ve heard the accusation before
And I ain’t gonna take any more,
Believe me,
The sun in your eyes
Made some of the lies worth believing.
I am the eye in the sky
Looking at you,
I can read your mind;
I am the maker of rules
Dealing with fools,
I can cheat you blind,
And I don’t need to see any more
To know that
I can read your mind, (looking at you),
I can read your mind (looking at you).
Don’t leave false illusions behind
Don’t cry, I ain’t changing my mind
So find another fool like before
’Cause I ain’t gonna live any more believing
Some of the lies while all of the signs are deceiving.
(chorus)

El ojo del cielo

No pienses que se dice fácilmente “lo siento”;
No intentes cambiar las tornas en lugar de ello.
Ya has probado antes muchas veces,
Pero no te voy a dar más oportunidades;
No me las pidas,
Así son las cosas,
Porque parte de mí mismo sabe lo que estás pensando.

No digas palabras de las que arrepentirás,
No dejes que se te incendie el pensamiento;
He oído antes la acusación,
Y no pienso pasar ninguna más,
Créeme,
El sol en tus ojos
Hizo que valiera la pena creer algunas de las mentiras.

Soy el ojo del cielo,
Mirándote,
Puedo leerte la mente;
Soy el que pone las reglas
Tratando con tontos,
Te la puedo jugar con los ojos cerrados,
Y no necesito ver más
Para saber
Que puedo leer tu mente (mirándote).

No dejes atrás falsas ilusiones,
No llores, no voy a cambiar de opinión;
Así que encuentra algún otro estúpido como antes,
Porque yo no voy a vivir más creyendo
algunas mentiras, cuando todas las señales son engañosas.


http://www.youtube.com/watch?v=bMAGwMAXTpU

Si uno recorre la discografía de Alan Parsons Project se encuentra con referencias a Poe, a Freud, a Asimov, a Gaudí y seguramente a otros representantes de corrientes culturales límites, heterodoxas o irracionales. Esta pieza, Eye in the Sky, dicen que tiene reminiscencias orwellianas (1984, el Gran hermano te vigila, pero sin Mercedes Milá). Además en la portada del disco aparece el ojo de Horus, que yo desconocía enciclopédicamente hasta ahora y sobre cuyo significado invito a investigar al que le interese. La canción, sin embargo, es bien conocida.

La pieza está musicalmente muy bien ordenada; tiene una introducción instrumental de dos minutos francamente notable, y el resto del tiempo discurre con la seguridad de un río y unos arreglos ordenados y brillantes, trufados de sintetizadores y acompañamientos rítmicos de esos que se usaban en los ochenta y sirven para ubicar temporalmente en pocos compases cualquier obra de entonces.

La letra sin embargo es mucho más críptica, y no queda claro quién habla ni de qué está hablando. Parece una hermética y amenazadora declaración de intenciones, una mezcla de gnosticismo y apocalipsis futurista, en plan Matrix, pero sin gabardinas de cuero. Claro está que este tipo de letras pueden estar muy bien porque al personal muchas veces le gusta cantar cosas misteriosas y profundas, aunque no tengan ni idea de lo que están hablando.

Pero yo avanzo otra interpretación, menos críptica y que no necesita recurrir a Orwell ni a pictogramas egipcios. Partiendo de la base de que el noventa y ocho por ciento de la música popular tiene como tema fundamental el amor, el desamor, el sexo y, en definitiva, lo Único, se puede colegir que ésta es una canción de desengaño. Cuando a alguien le dan calabazas, o le engañan sentimentalmente, hay una tentación oculta y no confesable, un momento de fantasía privada en lo oscuro de la noche, en la que el perdedor de la historia se imagina que el desalmado o cabrón (con perdón de la palabra) que le ha herido sufre desgracias que le hacen llegar a la conclusión de que estaba equivocado, arrepentirse y volver a los pies del imaginante pidiendo perdón y clemencia mientras llora amargamente sus culpas. Ahí la fantasía se bifurca entre los que ante la demanda de misericordia le negarían el pan y la sal para echarle de su vida y que sufra, un poco a modo de Yahve vengativo, y los que majestuosamente perdonarían para someter al susodicho arrepentido a un estado de semiesclavitud afectivo-sexual el resto de sus días expiando sus pecados, en plan Nuevo Testamento (me arriesgo a aventurar que entre los que hemos sufrido la educación católico-judeo-cristiana abundan más los de este segundo grupo).

Creo que este es el tema de la canción. A alguien le han engañado, y en un momento de megalomanía se imagina a sí mismo en el lugar del altísimo todopoderoso. Bastaría cambiar el presente (I am the eye in the sky, I am the maker of rules…) por el condicional (If I was the eye in the sky...) para hacer más entendible el asunto. Así de simple. Se ve que a estos chicos, en el momento de componer y a pesar de los años, les faltaba un hervor en cuanto a madurez; pero eso sí: qué maravillosos arreglos…

26.4.09

domingo, 19 de abril de 2009

cenizas en el aire

ariel rot (2000)

Estoy perdiendo gasolina
A punto de estrellarme otra vez;
No ves que estoy perdiendo altura
Necesito tu ayuda para seguir de pie.


Estuve revisando en los archivos
Buscando los motivos donde nunca los busqué
El tiempo avanza decidido desde el campo enemigo
Sin detenerse.


Estoy en el medio de la vía, en el medio de la vida
Si hay suerte tal vez;
Yo quiero despertarme cada día
Y darte la bienvenida otra vez.


Hay cosas que prefiero no mirar,
Hay otras que al mirar no pude ver;
Los sueños que no puedo recordar
Son como las canciones que no puedo componer.


Hay ofertas que no puedo rechazar,
Hay pactos que jamás voy a romper;
Las manos que no quiero estrechar
Son las que firman las leyes que no puedo obedecer.


La cabeza en la boca del león:
Soy un domador muy poco decidido
Tengo estilo pero soy mal jugador,
El premio de consuelo lo tengo merecido.


Se apagó la hoguera de la vanidad
Cenizas por el aire esparciéndose;
Parecía que era un juego
Y al final más de uno acabó mal,
Quemándose.


Estoy en el medio de la vía, en el medio de la vida
Si hay suerte, tal vez,
Yo quiero despertarme cada día
Y darte la bienvenida otra vez.


Hay cosas que prefiero no mirar,
Hay otras que al mirar no pude ver;
Los sueños que no puedo recordar
Son como las canciones que no pude componer.


Hay ofertas que no puedo rechazar,
Hay pactos que jamás voy a romper;
Las manos que no quiero estrechar
Son las que firman las leyes que no puedo obedecer.


Hay días que estoy realmente mal,
Hay días que estoy misteriosamente bien;
Se apagó la hoguera de la vanidad
Cenizas en el aire, esparciéndose.


http://www.youtube.com/watch?v=2CL3ZFInWy4

Cuando alguien escribe una canción o un poema, o cualquier otra obra, puede ser que otro lo lea y sienta que lo que el primero ha escrito le afecta, que forma parte de su vida. Soy aficionado a escribir cualquier cosa, montones de cosas; lo mismo me gusta escribir un informe perfectamente aburrido y que no va a leer nadie que estos comentarios intrascendentes que ahora perpetro. Digamos que escribir es una actividad que me gusta per se, por el placer de ella misma. Pero cuando he escrito algo para alguien, o algo de lo que he escrito le ha llegado a alguien y yo lo he sabido, entonces sí que el placer es completo, y llego a conocer el placer de escribir algo; al contrario que Machado (y al cabo nada os debo/debéisme cuanto he escrito), yo le debo todo al que leyó lo que escribí y, por casualidades de la vida, resulta que le gustó.

La canción de Ariel Rot es la canción de quien dibuja un personaje que se parece peligrosamente a uno mismo. En el fondo de todo esto, como también por ejemplo en muchas de las canciones de Sabina, está el mito de Narciso. Narciso, cazador griego de belleza infinita, desoye a la ninfa Eco, enamorada de él, pero que no es capaz de hablar más que repitiendo las palabras de su interlocutor; como resultado de ese problema de incomunicación avant la lettre, Eco es despreciada por Narciso. El final de Eco es trágico: rechazada, se oculta en cuevas y montes para siempre. El final de Narciso también es dramático, porque no habiéndose visto nunca en un espejo ignora su belleza, y al verla en el reflejo de una fuente, queda prendado de sí mismo y cae al fondo de la misma al intentar tocar su perfecta imagen, para morir ahogado.

Nosotros, los oyentes que sólo podemos repetir el estribillo que nos hemos aprendido de memoria, somos Eco, y estamos condenados a hundirnos en la tragedia que repite nuestro Narciso, el autor de la canción, que se mira a sí mismo, y que de tanto mirarse quizá está condenado a hundirse en el fondo de su pozo particular, mientras nosotros figuramos como testigos deprimidos e impotentes de la tragedia del que se ahoga.

¿Y qué tiene que ver esto con la canción propuesta y con lo glosado más arriba, las bondades de escribir algo y que alguien lo lea? En esta canción hay un personaje con el que no me gustaría identificarme y muchas metáforas que no me interesan mucho. Hay dos líneas que sí me gustan, y son bastante tontas:
hay días que estoy realmente mal
hay días que estoy misteriosamente bien

No tengo ni idea de por qué me han enganchado esos dos versos, quizá porque todos tenemos días malos y días buenos cuando a lo mejor tendríamos que estar peor, o porque me gusta cómo suenan y cómo encajan en la canción. Quiere decirse que a veces lo que llega de un texto no es lo que verdaderamente quiere transmitir, sino otras cosas tangenciales, secundarias, a las que quizá el autor no otorga ninguna importancia. En definitiva, y para reducir este fárrago a una frase: un texto no queda completo sin la interpretación del lector. Qué largo y qué pesado para una conclusión tan simple.

19.4.09

please, sir, I want some more






"Please, sir, I want some more"
Dickens, Ch. Oliver Twist, chapter 2


http://charlesdickenspage.com/twist_more.html

Si hay alguien ahí que quiere proponer algo, éste no es un blog onanista, o por lo menos aspira a no ser demasiado onanista, así que se pueden proponer canciones, temas, exabruptos, barbaridades o perversiones: todas serán bienvenidas.

Abrazos.

martes, 14 de abril de 2009

we shall overcome

tradicional s. XIX / pete seeger 1947

We shall overcome
We shall overcome
We shall overcome some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


We'll walk hand in hand
We'll walk hand in hand
We'll walk hand in hand some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


We shall all be free
We shall all be free
We shall all be free some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


We are not afraid
We are not afraid
We are not afraid some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


We are not alone
We are not alone
We are not alone some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


The whole wide world around
The whole wide world around
The whole wide world around some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day


We shall overcome
We shall overcome
We shall overcome some day


Oh, deep in my heart
I do believe
We shall overcome some day



Venceremos,
Venceremos,
Venceremos algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


Marcharemos con las manos juntas,
Marcharemos con las manos juntas,
Marcharemos con las manos juntas algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


Seremos libres,
Seremos libres,
Seremos libres algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


No tenemos miedo,
No tenemos miedo,
No tenemos miedo algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


No estamos solos,
No estamos solos,
No estamos solos algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


El mundo entero alrededor,
El mundo entero alrededor,
El mundo entero alrededor, algún día.


Venceremos,
Venceremos,
Venceremos algún día.


En lo profundo de mi corazón
Verdaderamente creo
Que venceremos algún día.


Versión hippie Joan Baez: http://www.youtube.com/watch?v=RkNsEH1GD7Q

Versión clásico-protesta Pete Seeger http://www.youtube.com/watch?v=QhnPVP23rzo&feature=related

Versión neo-folk Springsteen recuperando sus raíces (para mi gusto, musicalmente la mejor): http://www.youtube.com/watch?v=plBmwPYIG9g


Esto es un himno; quiero decir que esta pieza en el principio ya era un himno, un gospel, y luego pasó a la cosa política, y el himno tomo carta de oficialidad en todos los aspectos.

El sentido de un himno, hasta de este tan pequeño y aparentemente inofensivo, tan cívico, no está en lo que dice sino en su voluntad de movilizar espíritus. De lo que se trata es de lograr ese estado entre la mística y la irracionalidad que permite que el personal haga lo que, en circunstancias normales, no haría ni por equivocación. Los himnos, por estas razones, son de gran utilidad en las iglesias, los campos de batalla y las olimpiadas, es decir, donde la masa se impone al individuo.

Veamos dónde está el truco, la forma de mover corazones a un mismo compás, sea este el de las campanas que repican o las ametralladoras que tabletean. Yo creo que el misterio está en el “nosotros”. “Nosotros” venceremos; “nosotros” caminaremos siempre juntos; “nosotros” viviremos en paz; “nosotros” no estamos solos. Todo esto está muy bien, es emocionante, admirable incluso, pero ¿quiénes somos nosotros? Cuando decimos “nosotros”, ¿de quién estamos hablando? ¿Nosotros-los aquí presentes? ¿Nosotros- los buenos (por oposición a “ellos”-los malos)? ¿Nosotros-todos, sea quien sea? El truco más viejo del mundo es plantear las cosas en forma de “nosotros” y “ellos”. Gracias a esta primaria división podemos permitirnos grandes avances humanos como la guerra, el genocidio o la champions league. La triste realidad es que cualquiera de los que cantan convencidos hand-in-hand, después de hacerlo se lavarían con lejía la mano que ha tocado la mano del vecino, que a saber dónde la ha puesto este individuo tan raro, con esas pintas que gasta, y luego las manos van al pan.

Lo malo de los himnos es que nos atacan donde más nos duele, en la parte sentimental; usando palabras de esperanza, conceptos universalmente positivos, nos patean en los huevillos del alma y nos dejan doblados por la mitad e indefensos para que alguien (¿“ellos”, o uno de los nuestros?) nos dé un puntapié en el culo y nos obligue a salir andando hacia donde él quiere. Ojo a los lobos con piel de cordero, ojo a nosotros y a ellos.
14.4.09


viernes, 10 de abril de 2009

oleada

julieta venegas (2003)

No quisiera detener esta oleada que me lleva
A dónde,
A dónde no lo sé,
Sólo me muevo con ella.
Y nadie ahí me conocerá,
Y a nadie ahí reconoceré
Pero no tengo miedo.
No quisiera detener esta oleada que me lleva.


Y todo lo que ya viví lo sigo cargando,
Lo llevo muy dentro de mí, nunca lo he olvidado,
Lo siento tan cerca de aquí, lo llevo muy dentro de mí.


Voy en busca de un lugar en este mundo abierto
Donde me pueda yo quedar para empezar de nuevo.
Y nadie ahí me conocerá,
Y a nadie ahí reconoceré
Pero no tengo miedo.


Y todo lo que ya viví lo sigo cargando
Lo llevo muy dentro de mí, nunca lo he olvidado,
Lo siento tan cerca de aquí,
Lo llevo muy dentro de mí.


http://www.julietavenegas.tv/page/2/

¿Qué es lo que hace que nos emocione una canción? Ya sabemos que Schopenhauer dijo que la vida sin música sería insoportable, y la verdad, algunos de nosotros ya nos habíamos dado cuenta sin necesidad de sufrir a filósofos alemanes y tragarnos El mundo como voluntad y representación (hasta el título es ilegible). Pero a lo que íbamos: una canción nos puede emocionar por muchas razones, y a veces no tienen que ver con la perfección formal ni con lo elaborado del tema, aunque todo se valora. Apunto una hipótesis: hay un género de canciones que nos emocionan porque son sinceras, o mejor: porque nos las creemos.

La cancioncita de Julieta Venegas es directa y clara. Es una canción de estructura elemental, diríamos del género pop estándar, y de instrumentación sencilla. La letra en su simpleza (no la publicarán en la Antología de poesía castellana) habla, en primera persona, de cambios; habla vagamente de cosas que uno no controla en su vida y se le llevan por delante, y de nuestra relación con el pasado. Propone una estrategia de aceptación de ese pasado, y una visión de ánimo y fe en el futuro renunciando al miedo, que es la emoción que nos genera más parálisis, la que peor nos hace. La situación que describe no es de plácida tranquilidad sino de crisis, pero la canción es en espíritu y forma coherentemente serena, esperanzada. La pieza tiene cierto aire de himno, y quizá consigue lo que intentan la mayoría de los himnos, que es involucrarnos emocionalmente con lo que dice; pocos serán los que nunca se hayan visto en la necesidad de reinventarse y de asumir cambios en su vida. Si Graceland era la canción de quien se aferra a un clavo ardiendo para reconstruir su futuro de las cenizas, ésta es la canción de quien se deja llevar hacia ese futuro con esperanza y asumiendo su pasado.

Al final, como en tantas cosas, el hecho de que la obra nos emocione o no, supongo que se reduce a si ha sido hecha con el corazón, o mejor, desde las tripas, y si los demás nos lo creemos. Aguantaré críticas, improperios y admitiré que me llamen blandito, lila, nenaza, y que me expulsen del gremio de seguidores de Tom Waits, de los Rollings o de quien sea, pero la verdad es que esta cancioncita de Julieta Venegas, que como ella dice en una entrevista tiene la virtud de admitir ser cantada en un escenario o en un rincón con una guitarra, esta cancioncita, digo, me emociona. Lo siento, machotes.

10.04.09

domingo, 5 de abril de 2009

graceland

paul simon,1986



The Mississippi Delta was shining
Like a National guitar,
I am following the river
Down the highway
Through the cradle of the civil war,
I'm going to Graceland
Graceland
In Memphis Tennessee
I'm going to Graceland,
Poorboys and Pilgrims with families
And we are going to Graceland,
My traveling companion is nine years old
He is the child of my first marriage,
But I've reason to believe
We both will be received
In Graceland.

She comes back to tell me she's gone,
As if I didn't know that
As if I didn't know my own bed,
As if I'd never noticed,
The way she brushed her hair from her forehead;
And she said losing love
Is like a window in your heart,
Everybody sees you're blown apart,
Everybody sees the wind blow.

I'm going to Graceland,
Memphis Tennessee
I'm going to Graceland,
Poorboys and Pilgrims with families
And we are going to Graceland,
And my traveling companions
Are ghosts and empty sockets
I'm looking at ghosts and empties,
But I've reason to believe
We all will be received
In Graceland.

There is a girl in New York City,
Who calls herself the human trampoline,
And sometimes when I'm falling flying
Or tumbling in turmoil I say
Whoa so this is what she means,
She means we're bouncing into Graceland,
And I see losing love
Is like a window in your heart,
Everybody sees you're blown apart,
Everybody feels the wind blow,
In Graceland Graceland,
I'm going to Graceland,
For reasons I cannot explain
There's some part of me wants to see
Graceland,
And I may be obliged to defend
Every love every ending
Or maybe there's no obligations now,
Maybe I've a reason to believe
We all will be received
In Graceland

El delta del Misisipí brillaba
Como una guitarra de la nación,
Estoy siguiendo el río
Por la autopista
A través de la cuna de la guerra civil.
Voy a Graceland, a Graceland,
En Memphis, Tennessee,
Voy a Graceland.
Descamisados, peregrinos con familias
Y nosotros vamos a Graceland,
Mi compañero de viaje tiene nueve años,
Es el hijo de mi primer matrimonio.
Pero tengo razones para pensar
Que nos recibirán a ambos
En Graceland.
Ella vuelve a decirme que se ha ido;
Como si yo no lo supiera,
Como si no conociera mi propia cama;
Como si no me hubiera dado cuenta nunca
De la forma que tenia de cepillarse el pelo desde la frente.
Y ella dijo que perder el amor
Es como una ventana en el corazón.
Todos ven que te han dejado de lado,
Todos ven cómo sopla el viento.
Voy a Graceland, a Graceland,
En Memphis, Tennessee,
Voy a Graceland.
Descamisados y peregrinos con familias
Y nosotros, vamos a Graceland
Y mis compañeros de viaje
Son fantasmas y bolsillos vacíos,
Miro a los fantasmas y a los vacíos,
Pero tengo razones para creer
Que nos recibirán a todos
En Graceland.
Hay una chica en Nueva York
Que se hace llamar el trampolín humano,
Y a veces, cuando estoy cayendo, volando
O caigo en barrena, digo:
“Ah, es esto lo que quiere decir”,
Quiere decir que estamos cayendo en Graceland.
Y yo veo que perder el amor
Es como una ventana en el corazón.
Todos ven que te han dejado de lado,
Todos ven cómo sopla el viento.
En Graceland, en Graceland,
Voy a Graceland,
Por razones que no puedo explicar
Hay una parte de mí que quiere ver Graceland,
Y yo podría estar obligado a defender
Cada amor, cada final,
O quizá no haya obligaciones ahora,
Quizá tengo una razón para creer
Que nos recibirán a todos
En Graceland.

http://www.youtube.com/watch?v=dXgQtL3aEmQ

Paul Simon pasó de ser ese chico bajto que cantaba canciones tristes y un poco ñoñas con Art Garfunkel, a aparecer en películas de Woody Allen y ser estudiado en las universidades, rama de literatura. Simon y Garfunkel son conocidos aquí más que Paul Simon en solitario, y yo pienso que Simon es muchísimo más interesante que la parejita.

Como letrista, creo que pertenece a la tradición de cantautores posteriores a lo beat con letras algo crípticas (en la línea, por ejemplo, del Dylan maduro o, en otro orden de cosas, Leonard Cohen). Sus composiciones, entreverando lo personal y lo genérico, tienen una carga poética extraña, subterránea, y el conjunto de la canción a veces se disfraza formalmente de distintos géneros (pop, folk como es el caso, o multiétnico, que es como se llama ahora cuando tocan a la vez músicos de más de un continente).

Graceland es un buen ejemplo. Todas las imágenes de la canción corresponden a cosas muy precisas, extraídas en su mayoría de la experiencia del autor, pero todas admiten más de un sentido, real o simbólico. Graceland es la mansión de Elvis, y el autor va a visitarla. También es evidente que la vida del protagonista de la canción pasa en ese momento por una etapa de cambio. En esa tesitura, el viaje adquiere un sentido propio, y podría decirse que a la vez que un viaje concreto del protagonista es también representación del viaje metafórico del autor, de su vida, y por extensión de la de todos y cada uno de nosotros. En ese camino aparecen y desaparecen compañeros, y a veces somos abandonados, nos sentimos vacíos, el viaje parece perder su sentido; o acaso somos nosotros los que abandonamos a algún compañero, sin que nada de esto tenga que ver con lo justo e injusto. Qué bien expresado en esos versos memorables: I see losing love / Is like a window in your heart,/ Everybody sees you're blown apart, /Everybody feels the wind blow.

Graceland, la tierra prometida, forma parte del futuro al que viajamos y al que acaso nunca llegaremos, pero también puede ser representación de la obra de Elvis, que en este caso forma parte del origen del viajero, porque ésta sería la música que conocería Paul Simon al inicio de su carrera y sobre la que se funda la música popular moderna. El aire un poco country de la pieza apoya esta interpretación.

Sin embargo, y a pesar de este aire rítmico, alegre, ésta es la canción de alguien a quien se le acaba el mundo tal y como lo conoce, y que para seguir adelante, para reconstruir lo que le queda de camino a partir de las ruinas, se aferra a las pocas esperanzas que le quedan en pie. En este caso, entre las esperanzas del cantante está que lo reciban en Graceland, la casa del viejo mito que ha muerto, pero que sigue presente en lo fundamental de su música, la de Paul Simon en este caso.

Como todas las obras importantes, es capaz de tocarnos a muchos a partir de una experiencia que en origen es personal, pero de la cual nos hace partícipes gracias a una expresión poética precisa y concreta. ¿Dónde está, qué es Graceland para cualquiera de nosotros?
05.04.09